Ya en 1995 San Juan Pablo II cuando escribía la Encíclica “Evangelium Vitae” manifestaba que “estamos en una crisis que afecta la dignidad humana y sus derechos. Es un conflicto entre la cultura de la muerte y la cultura de la vida». Treinta años después esta crisis sigue adelante y se acentúa con fuerza. La cultura de la muerte se hace un hueco cada vez más grande en nuestra sociedad. Es hora de decir “Sí a la Vida”.
El lobby abortista en Naciones Unidas pretende declarar el 28 de septiembre como el Día Internacional del Aborto Seguro, justificando que “el aborto seguro es un servicio de salud esencial para las mujeres”. Eufemismos y razones que no tienen nada que ver con la salud, ni con la defensa de las mujeres. Justificaciones que impiden ver que el aborto es igual a muerte; que el aborto es un crimen. El aborto nunca es seguro.
Desde Proyecto Mater queremos recordar que la vida es un don. Es el mayor regalo que Dios nos da y que nos dan nuestros padres. En el número 53 de la citada Encíclica el Papa Juan Pablo II señalaba: «La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta la acción creadora de Dios» y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente». El ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo.
Por lo tanto «ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento» (EV 58).
El aborto nunca es seguro. “El aborto -como ha indicado el Papa Francisco- no es un mal menor: es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto”.
Todos estamos llamados a una mayor responsabilidad en la protección de la vida humana: padres, madres, familias, médicos, legisladores, medios de comunicación…. Desde Cáritas Diocesana de Toledo, con Proyecto Mater, en colaboración con la Delegación de Familia y Vida, la Fundación COF y la Pastoral de la Salud, respondemos a esa responsabilidad, como Hijos de Dios, y trabajamos por la defensa de la vida humana. Defendemos y servimos la vida. Frente a la cultura de la muerte, está la cultura de la vida.