Con motivo del Día de los Santos Inocentes, el Paseo de merchán de Toledo acogió ayer por primera vez el Acto Homenaje a los No Nacidos, organizado por Cáritas Diocesana de Toledo, Proyecto Mater, la Delegación de Familia y Vida, el Secretariado de Pastoral de la Salud y el Grupo Areópago de la Archidiócesis. Un acto sencillo, que congregó a un centenar de personas, en el que se hizo presente a todos los niños que mueren en España -300 cada día, según cifras oficiales- víctimas del aborto.
Todos los asistentes se comprometieron, tal y como se expresó en el manifiesto de Sí a la Vida, a “que hoy más que nunca se promueva, se impulse y se active la cultura de la vida”. Como defensores de la vida y miembros activos de la cultura de la vida de la que hablaba S. Juan Pablo II, se expresó que “nuestro mundo no será justo, ni pacífico, ni progresará, ni será verdaderamente humano ni libre, mientras no se respete el derecho a la vida de todo ser humano, sea cual sea su origen, su estado de salud, o las expectativas de vida que tenga”.
El delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Toledo, don José María Cabrero, en las palabras de acogida a todos los asistentes, manifestó que “todos nosotros somos conscientes de los peligros que amenazan hoy la vida humana, cualquiera que sea el estadio de su desarrollo y como cristianos estamos llamados, más que nunca a ser “pueblo de la vida”, con la oración y el compromiso”.
Así recordando a San Juan Pablo II en Evangelium Vitae señaló que “estamos en una enorme crisis de humanidad que afecta a la dignidad humana y sus derechos”.