Me llamo Anita y hoy quiero contarte mi historia.
Hace pocos meses que nací pero ya tengo una vida muy apasionante y muy interesante. Cuando termines de conocer mi historia te vas a sorprender. Ahora mis padres, mis hermanos y yo, somos ahora una familia muy feliz, aunque no siempre fue así.
Hace unos meses mi mamá fue al médico porque se quedó embarazada de mí. Me convertí en un problema. El médico la miró muy serio porque mi mamá no quería que naciera. Entonces el médico dio un sobre blanco y grande. Dentro estaba un número de teléfono, al que mamá tenía que llamar. Era el de un lugar horrible donde hacen que los niños no lleguen a nacer. Da mucha pena ver a la gente que entra allí, casi todos llorando.
Mi mamá cogió el sobre y se fue con él a Cáritas, donde tenía que recoger unas bolsas con alimentos porque tanto mamá y papá llevaban mucho tiempo en el paro. En Cáritas les ayudan porque aunque no tuvieran dinero, pudieran comer, pagar la luz, el agua, y también les enseñan a buscar trabajo.
Mi mamá le dijo a una voluntaria de Cáritas que llevaba ese gran sobre blanco, porque estaba embarazada de mí, pero yo no podía nacer porque no tenían dinero para comprar mi cuna, ni mi carrito, ni los pañales, ni ropa, ni nada de nada.
Entonces esa mujer (cada vez que Dios la mira, sonríe), le dijo que estuviera tranquila, que ella conocía a unas personas de Cáritas que trabajan en un Proyecto que se llama Mater y que quizás ellos podrían ayudarme. Justo aquel día, una persona que trabajaba en Mater estaba en ese mismo lugar. Rápidamente se fue a hablar con mamá: la escuchó, la atendió, le dio un gran abrazo y luego la llevó a hablar con otra señora que ayudó a mamá a ordenar sus ideas en su cabeza (se llama psicóloga, creo).
Aquel día mamá se sintió un poco más aliviada y le dijo a papá que aunque tenía el sobre blanco, quizás no era buena idea ir a ese sitio tan horrible de Madrid donde hacen que los niños no nazcan. Pero al día siguiente mamá se levantó triste otra vez. En su cabeza sólo imaginaba la cantidad de problemas que iba a tener si yo nacía y no tenía trabajo, ni dinero, ni casa.
Entonces unas voluntarias de Proyecto Mater que se llaman madrinas (son como las hadas, pero no tienen varita mágica), empezaron a llamarla, iban a casa, la visitaban, daban paseos por la ciudad y también tomaban algún café. Ellas la acompañaban.
Mamá les hacía muchas preguntas y cuando hablaba con ellas, yo notaba que se ponía más feliz y mucho más tranquila. Así fueron pasando los días y aunque mamá en algunos momentos aún estaba triste, poco a poco la idea de que yo naciera le iba alegrando más. Las madrinas le regalaron mis primeros zapatitos y en ese momento sí que sonrió mucho, muchísimo.
Y llegó el día de la primera ecografía ¿sabéis lo que es una ecografía? Pues es una foto que nos hacen cuando estamos en la barriga de mamá en la que se nos ve un poco borrosos, pero se nota perfectamente que nos movemos, que tenemos manos y piernas y que el corazón late muy deprisa. Cuando mamá me vió, lloró mucho, pero esta vez no de tristeza, sino de la alegría de saber que a pesar de todo, yo estaba creciendo mucho en su barriga. Aquel día, al llegar a casa, mamá rompió el sobre blanco y tiró los trocitos de papel a la papelera. Y le dieron la primera ropa para embarazadas porque su tripita empezaba a notarse más.
Meses después nací, y cuando ví su cara y su sonrisa, entonces pensé: ¡ahora sí que estoy en casa!
En Proyecto Mater se alegraron mucho de mi nacimiento. Le dieron a mamá una cuna, un carrito, mucha ropa de color rosa, muchos pañales, esponja para mi baño y jabón. También algunas cremas y algo de dinero para que mamá pudiera ir en autobús al médico y a llevar a mis hermanos al colegio.
Ahora estoy preocupada. En Proyecto Mater necesitan dinero para poder ayudarnos un poquito más y poder ayudar a otras mamás que como la mía, lo pasan muy mal porque no tienen trabajo, ni dinero y no saben si dejar nacer a sus hijos.
¿Quieres que les ayudemos?
Es muy fácil. Trae al cole un euro y ponlo en la hucha de la clase. Con tu euro y el euro de otros niños, podemos hacer que muchas mamás dejen de llorar.
¿Te animas?
Seguro que sí.
Me encanta tener amigos que defienden la vida.
Gracias a todos.
NOTA: Anita es una niña atendida en Proyecto Mater. Es una historia real.
P.D.- Puedes hacer donativo on line, indicando Euro por la Vida en este enlace: